THE BELIEVER

THE BELIEVER

(USA, 2001)

Director: Henry Bean
Productor: Christopher Roberts, Eric Sandys, Susan Hoffman
Guión: Henry Bean, Mark Jacobson
Director de fotografía: JIm Denault
Montaje: Lee Percy, Mayin Lo
Música: Joel Diamond
Intérpretes: Ryan Gosling, Billy Zane, Summer Phoenix, Glenn Fitzgerald, Theresa Russell


Género: Drama
Duración: 98 min.


El cine es un medio idóneo para reflejar las paradojas de la sociedad posmoderna. Sirva como ejemplo esta cinta, inspirada en el caso real de Daniel Burros, un skin-head norteamericano que se suicidó cuando un periodista reveló su origen judio.

PARADOJAS DEL DESTINO

Danny Balint (Ryan gosling) es un joven antisemita, militante del movimiento skin head. Su odio es tan profundo y sincero que los dirigentes políticos del movimiento ven en él a un líder en potencia. Su conocimiento del enemigo es profundo, casi enfermizo, y su entrega a la causa es total. El problema es que Danny es judío y, lo quiera o no, la herencia cultural de sus ancestros determina todos sus actos.

Este interesante planteamiento sirve de base al guionista Henry Bean para sustentar su primera película, "El creyente"; un drama a contracorriente que analiza desde un punto de vista inédito las raíces del odio fascista, de una sociedad inmersa en una profunda crisis de valores e ideales. Siguiendo los pasos de Tony Kaye y su muy notable "American History X", Bean indaga en el sinsentido del movimiento skin a través de un personaje frustrado y rabioso, inadaptado y poliédrico. Ryan Gosling toma el pulso de un personaje difícil y consigue hacerlo suyo. Su mirada refleja el odio y el miedo que siente, un cóctel explosivo de emociones contrapuestas que le obligan a destruir las cosas que ama y a defender las tradiciones que odia.

Aunque la película se centra casi exclusivamente en la historia de Danny, Henry Bean añade varios secundarios de lujo, que sirven para reflejar y/o potenciar las debilidades intrínsecas del personaje. Billy Zane interpreta a Curtis, ideólogo de la causa neonazi junto a su compañera sentimental, Lina (una genial Theresa Russell). Ambos acogen a Danny y le apoyan para que se convierta en profeta del movimiento antisemita. Mientras, Danny se enamora de Carla (Summer Phoenix), una activista con tendencias sadomasoquistas. Conforme su relación prospera, Danny tendrá que afrontar su identidad como judío y combatir los fantasmas que le atormentan.

Pocas objecciones pueden hacerse a esta cinta, que narra de forma honesta, áspera y concisa la historia de un personaje tan contradictorio como cualquier ser humano. Sin artificios de ningún tipo (salvo algunas ralentizaciones prescindibles) ni manierismos artísticos, Bean supera con nota esta prueba de fuego, demostrando el talento innato de un cineasta prometedor.