viernes, 6 de junio de 2008

CRÍTICA: DAVE CHAPELLE´S BLOCK PARTY

DAVE CHAPELLE´S BLOCK PARTY
(USA, 2005)


Dir: Michel Gondry
Productores: Mustafa Albuelhija, Dave Chapelle, Julie Fong, Bob Yari.
Director de fotografía: Ellen Kuras
Montaje: Jeff Buchanan, Sarah Flack
Productor ejecutivo: Skot Bright, Doug Levine, Greg Manocherian
Intérpretes: Dave Chapelle, Kanye West, Mos Def, Talib Kweli, Common, Dead Prez, The Fugees, Erykah Badu, Jill Scott, The Roots, Big Daddy Kane, John Legend.


Género: Documental / musical
Duración: 102 min.



En septiembre de 2004, el comediante norteamericano Dave Chappelle organizó un concierto de hip hop gratuito en Brooklyn (NY), en el que participaron los mejores artistas de rap del momento. Se trató de un evento no publicitado y el propio Chapelle se encargó de reclutar al público, regalando entradas por Internet, en la calle e incluso a los vecinos de su propio vecindario en Ohio. Su objetivo: celebrar el hip hop en un barrio de vecinos, en plena calle, poniendo de manifiesto la verdadera esencia del rap. Chapelle contactó con el cineasta Michel Gondry para documentar el evento y dejar constancia de aquella irrepetible celebración.

El resultado es un interesante documental que captura toda la magia y espontaneidad de un acontecimiento digno de ser recordado, en parte por el altruismo de su propuesta (fue un regalo para todos los vecinos de Brooklyn), en parte por la cantidad de estrellas que consiguió reunir en un mismo escenario. Lejos de los aspavientos y excentricidades a los que nos tiene acostumbrados en sus películas de ficción, Gondry se ciñe a las normas del cinema-verité para hilvanar un documental tan sobrio como efectivo, centrado en la figura de Chapelle y su comparsa de raperos. El realizador utiliza múltiples cámaras para cubrir todas las caras de un evento poliédrico, fragmentando el tiempo narrativo con flashbacks y fastforwards, mezclando escenas de los preparativos con entrevistas y extractos del concierto.

Los que esperen ver un concierto verán defraudas sus expectativas. No es este un documental testimonial al uso, sino el retrato de una experiencia colectiva. Atención a la impresionante jam session que se marcan Jill Scott, Erikah Badu y los roots, un momento brillante en una película repleta de perlas a descubrir. Una cinta que ningún aficionado al hip hop que se precie de serlo debería perderse.

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