lunes, 9 de junio de 2008

PROGRAMA DOBLE: SIDNEY LUMET

ANTES QUE EL DIABLO SEPA QUE HAS MUERTO
BEFORE THE DEVIL KNOWS YOU´RE DEAD
(USA, 2007)

Director: Sidney Lumet
Productor: Brian Barclay, Michael Cerenzie, William S. Gilmore, Brian Linse, Paul Parmar.
Guión: Kelly Masterson
Director de fotografía: Ron Fortunato
Montaje: Tom Swartwout
Música: Carter Burwell
Productor ejecutivo: Belle Avery, Jane Barclay, David Bergstein, Joel Corman, J.J. Hoffman, Eli Klein, Hannah Leader, Jeff Melnick, Guy Pham, Sam Zaharis.
Int: Ethan Hawke, Phillip Seymour Hoffman, Marisa Tomei, Albert Finney.

Género: Drama, Intriga
Duración: 116 min.

LA FAMILIA MATA

La última película del maestro Lumet es una estimulante intriga criminal que narra la historia de dos hermanos muy dispares, Andy (un exitoso broker al que da vida Phillip Seymour Hoffman) y Hank (un perdedor encarnado por Ethan Hawke). Necesitado de dinero, Andy traza un plan perfecto para atracar la joyería de sus padres. Ahogado por las deudas, Hank ayuda a su hermano y se convierte en el brazo ejecutor del atraco. Pero su falta de valentía lo lleva a contratar a un ladrón de poca monta y gatillo fácil. La madeja se lía y lo que parecía un plan sencillo, sin armas ni disparos, se convierte en una tragedia de funestas consecuencias para toda la familia.

En "Antes que el diablo sepa que has muerto", Lumet ahonda en dos de sus temas recurrentes: el crimen ocasional y las familias disfuncionales. Igual que sucedía en "Tarde de Perros (1975)", los protagonistas son personajes desubicados, inadaptados o infelices que sueñan con redimir sus pecados y cambiar su estilo de vida. Movidos por la codicia o por la más acuciante necesidad, cometen un delito premeditado, sin pensar demasiado en las consecuencias de sus actos. Cuando la cosa sale mal y la situación se complica, los personajes aprenderán a conformarse con lo que tienen e intentarán retomar el rumbo de sus vidas, pero las consecuencias de actos y sus demonios personales les seguirán allá donde vayan, arruinando sus planes de futuro.

A partir de un argumento poco original, Kelly Masterson construye un guión solvente y bien acabado, que sirve al maestro Lumet para desarrollar su mejor arte. Ayudado por el montaje fragmentado de Tom Swartwout, Lumet atrapa al espectador con la secuencia del atraco, para ir desvelando la trama con cuentagotas y a través de la suma de sus partes, es decir, mediante la suma de las visiones de todos los personajes inmersos en ella. De esta forma, el espectador se enfrenta a una estructura de "caja rusa", en la que preguntas y respuestas se encadenan hasta el final de la cinta, justo cuando el espectador obtiene todas las piezas del rompecabezas y las junta en su cabeza. La dirección de actores está a la altura de lo esperado, con un reparto solvente y bien seleccionado, en el que destaca una Marisa Tomei sexual y desinhibida, que apunta maneras para convertirse (a su edad) en un nuevo mito erótico.


SERPICO
SERPICO (USA, 1973)
Director: Sidney Lumet
Productor: Martin Bregman
Guión: Waldo Salt, Norman Wexler
Director de fotografía: Arthur Ornitz
Música: Mikis Theodorakis
Montaje: Dede Allen, Richard Marks
Intérpretes: Al Pacino, Tony Roberts, Jack Kehoe, Cornelia Sharpe, Barbara Eda-Young.


Género: Drama, policiaco
Duración: 129 min.
A CONTRACORRIENTE
A principios de los 70 Sidney Lumet consiguió un rotundo éxito de crítica y público con esta adaptación cinematográfica de la vida del agente Frank Serpico, un policía de honestidad inquebrantable que luchó a pecho descubierto contra la corrupción policial. Basado en la novela de Peter Maas e interpretado por un Al Pacino en estado de gracia (ganó un Globo de Oro y fue nominado al Oscar por este papel), "Serpico" relata la historia de un policía de ferreas convicciones y vocación idealista, que descubre la corrupción inherente al cuerpo y se enfrenta a ella. Dispuesto a no aceptar sobornos ni a practicar los métodos mafiosos de sus compañeros, Serpico no tarda en granjearse las antipatías de sus colegas. Alojado en el barrio bohemio de Greenwich Village durante el apogeo post-hippie, Serpico goza siendo partícipe y parte de la contracultura, afirmando su identidad personal frente a las normas establecidas, incluso en el departamento de policía.
Pero ser uno mismo siempre trae problemas. Sus pintas de hippie no gustan a sus compañeros, que ven en él a un bicho raro y a un traidor en potencia. Serpico quedará marcado, estigmatizado y tendrá que iniciar una "huída hacia delante" para salvar su vida. Serpico denunciará la corrupción institucional ante el fiscal del distrito, apuntando hacia los altos mandos. Pero la polémica se resuelve con una caza de brujas contra otros detectives, que le sitúa en el ojo del huracán.
La película arranca con Serpico moribundo, siendo trasladado por un coche patrulla hacia el hospital. A partir de ese momento hasta el final, la película se construye con flashbacks que indagan en la personalidad el héroe y en los motivos que le conducen a su estado actual, y que escamotean al espectador la autoría de su intento de asesinato hasta los minutos finales. Pacino reconstruye la vida de Serpico con una interpretación llena de matices, tan vibrante como la que realizaría años más tarde en "Dog Day Afternoon", su siguiente colaboración con Sidney Lumet. Con esta obra, el director desarrolla uno de sus temas fetiche, la ruptura del estado de derecho por culpa de la insolvencia de algunas instituciones y las fallas en el sistema legal norteamericano, de las que también dio buena cuenta en cintas como "Doce hombres sin piedad" o "Veredicto Final". Por méritos propios, "Serpico" se convirtió en una pieza culminante del subgénero policial, a la altura de "French Connection" o "Harry el Sucio", si bien esta película tiene una más vocación realista que aquellas. El realizador aplica técnicas cercanas al documental para retratar una historia urbana, fragmentada y compleja, tanto como la personalidad del protagonista.

No hay comentarios: